Soliviar
del
lino
la tersura,
-asombro
de
exacta
arquitectura-
dos
columnas
que
cantan armonía.
Perfilar
tus
caderas
que
son mi locura,
cautiva
exaltación.
Rodearte
con
mis brazos,
beber
en tu boca…
Morder
un gajo
de
una mandarina.
Auparme
en
tu pecho…
Acariciar
tus senos,
con
lasciva
simetría…
Rozar
con
mis manos,
todo
tu cuerpo.
Humedecer
con
mis belfos
el
frenesí
de
tan
bizantino beso.
Quino©
Derechos Reservados.
Comentarios
Publicar un comentario
SI CREES QUE EL AMOR, DELIRIO Y GOZO DEL ESPÍRITU, SON CARAS DE LA MISMA MONEDA... NO LO DUDES, PASA Y SI NO RECRÉATE. PUEDE QUE EN EL CANTO ESTÉ LA SOLUCIÓN.